
GRAFITI ARTE CALLEJERO
El grafiti nace como un arte ilegal, por realizarse en propiedades privadas, el que se dedica a escribir grafitis no es un criminal, ni drogadicto, a pesar de los peligros que corren, ya sean multas y cárcel, continúan con su necesidad de expresarse.
El grafiti apareció en Nueva York y está representando un medio para expresar culturas, políticas y sociedad. Este ha sido adoptado por jóvenes en todo el mundo, hoy por hoy se considera una manifestación estética urbana.
Desde su aparición ha sido determinado como una identidad vandálica, y ha impactado en varias partes del mundo. El grafiti y su estilo se ha desarrollado como una forma de expresión artística y cultural.
El entorno urbano es capaz de ser modificado por esta actividad. El escultor Santiago Baeza Sánchez indica que “el grafiti ha dado pie a obras que han llegado a configurarse en su entorno caracterizado por ser efímeras”.
Se considera que el grafiti es un arte temporal ya que tiene una vida limitada y este carácter provisional es el que lleva a los “writers” a intentar exhibir por medio de fotos sus trabajos, y también el principal motivo que ha llevado a la actual proliferación de revistas tanto impresas como on-line sobre este arte urbano.
En los países de habla hispana este arte callejero ha sido un elemento fundamental para la resistencia política. En España se ha dado como medio para el rechazo de la dictadura, en América latina se hace para luchar contra las dictaduras militares que invadieron el continente, se consideraba que las paredes era el mejor medio para plasmar algunas consignas sobre la resistencia de la calle al poder.
A pesar de que en Estados Unidos existió como una herramienta política, principalmente lo utilizaban las bandas para marcar su territorio.
Una manera de decir “esta calle es mía” o “esto me pertenece”